Eso varía de un trabajo a otro. Si has encontrado alojamiento a través de tu empleador, a menudo será él mismo quien organice tu transporte al trabajo y de vuelta a tu domicilio. Esto es lo que se conoce como el desplazamiento entre el domicilio y el trabajo («woon-werkverkeer»). En este caso se suele utilizar una furgoneta o un autocar. Si vives muy cerca del trabajo puedes ir caminando. O puede que tu empleador te preste una bicicleta. Si tienes que organizar tu propio transporte, puedes utilizar el transporte público (por ejemplo, el tren, el autobús, el tranvía o el metro). También puedes desplazarte en tu propio coche. Puede ser que te reembolsen los gastos de desplazamiento.